sábado, 14 de enero de 2012

PIE PLANO INFANTIL

El pie plano es una deformidad en la que el arco de la zona interna del pie es más bajo de lo normal. El pie plano puede ocurrir en todas las edades, aunque es más común en los niños. Algunos de estos niños crecen y entran en la edad adulta con un pie normal. Sin embargo, muchos de estos niños presentan dolor debido al pie plano durante toda su vida. Es importante que los niños con pie plano sean evaluados por un podólogo que determine la necesidad de tratamiento para prevenir futuros dolores en el pie y miembro inferior.
Cuando el niño comienza a andar, a los 9-15 meses de edad, el pie tiene una apariencia plana con mucho tejido graso en la planta del pie. Eso es completamente normal. En ese momento del desarrollo del pie, es difícil evaluar si el paciente tendrá en el futuro un pie plano. Cerca de los 3 años de edad el pie comienza a mostrar de forma más característica su apariencia, ya que disminuye el tejido graso y los huesos se hacen más visibles. Si el niño presenta una deformidad en pie plano a esa edad, es imprescindible que un especialista revise y examine el pie del niño. A esa edad el pie presenta gran cantidad de cartílago y poca cantidad de hueso que posteriormente y según el paciente crece va perdiendo cartílago y ganando en hueso. El cartílago es relativamente blando y las fuerzas anormales que produce la deformidad en pie plano pueden causar alteraciones estructurales permanentes a los huesos y a las articulaciones del pie que se mantendrán en la vida adulta del paciente.

Diagnóstico

El diagnóstico de la deformidad en pie plano infantil debe de ser realizada por un especialista con entrenamiento específico en las alteraciones de los pies y que esté familiarizado con la estructura y función del pie. En el diagnóstico de la deformidad el examinador deberá observar el pie sentado, de pie y cuando anda. Esto ayudará a identificar estructuras o funciones anormales del pie, rodillas y caderas que pueden crear problemas en la adolescencia o en la vida adulta. En ocasiones se pueden utilizar radiografías del pie si se sospecha de una patología importante en el pie.
La deformidad en pie plano causa una serie de cambios en la estructura del pie son fácilmente reconocibles por el especialista. Estos cambios son la ausencia del arco interno del pie o la posición hacia dentro del talón. En algunos casos el niño se puede quejar de dolor en el arco, en el talón o en el tobillo que generalmente empeora cuando el niño anda o corre. Debido a la función anormal del pie en ocasiones puede existir dolor en las piernas, rodillas, caderas o en la espalda.

Tratamiento

Si el niño presenta una deformidad leve y no existen síntomas, generalmente no es necesario otro tratamiento que realizar revisiones periódicas (cada año o seis meses) por el podólogo. No obstante, si el niño presenta una deformidad moderada o grave de la deformidad y/o presenta síntomas en el pie o las piernas, estará indicado iniciar un tratamiento.
El tratamiento generalmente consiste en el uso de plantillas personalizadas que limiten la disminución arco interno y la rotación hacia dentro del talón cuando el niño anda o camina.
En la mayoría de los casos son necesarios ejercicios de estiramientos de los músculos posteriores de la pierna. En muchos casos de pie plano estos músculos se encuentran tensos y empeoran la deformidad en pie plano y con el tiempo los síntomas aumentan.
En los casos en los que el niño presente una deformidad muy severa en pie plano y los síntomas sean muy debilitantes que no responden al uso de plantillas y estiramientos, estaría indicada la operación para la deformidad del pie plano. Esta operación no es común y sólo se realiza en los casos más severos de pie plano.

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