miércoles, 17 de agosto de 2011

LESIONES EN EL CORREDOR

LESIONES EN EL CORREDOR

En una carrera de 15 minutos, a un ritmo aproximado de cuatro minutos y medio por kilómetro, se producen cerca de cinco mil impactos de los pies contra el suelo. El valor de cada uno de estos impactos se sitúa entre dos y cinco veces el peso corporal del deportista, así pues, es fácil suponer la enorme fuerza y estrés mecánico al que están sometidos los músculos y articulaciones de las piernas de un corrredor. Todo ello facilita que los corredores sufran, por término medio, varias lesiones por temporada, con predominancia de las producidas por microtraumatismos y por sobrecarga.
Antes de pasar a enumerar y explicar las lesiones más habituales, sus causas y tratamientos, debemos resaltar que cuando un atleta padece una lesión es muy importante que realice un entrenamiento supletorio, para mejorar los músculos y tendones no afectados y para mantener los niveles fisiológicos óptimos. Para ello existen numerosas actividades alternativas, como carrera acuática, bicicleta, programa de fuerza-resistencia...
Posiblemente también te interese saber cómo volver a la acividad después de tu lesión, puedes consultarlo aquí.
En la mayoría de las lesiones se sigue el protocolo CRICE como pauta de actuación, esto significa que debemos, en la medida de lo posible, y para no agravar más la lesión:
C: Crioterapia (aplicar frío)
R: Reposo
I: Inmovilización
C: Compresión de la zona afectada
E: Elevación del miembro para disminuir el riego sanguíneo.

DÍAS SIN REALIZAR ENTRENAMIENTO % DE PÉRDIDA DE CONDICIÓN FÍSICA
1 a 5 días 0 - 1%
7 días 10%
14 días 35%
21 días 60%
28 días 85%
35 días o más 100%

CALAMBRE

¿QUÉ ES? Es la repentina contracción dolorosa de un músculo y la incapacidad para relajarlo. No comporta ningún peligro, es una lesión benigna en la práctica deportiva. La diferencia con la contractura es la duración, que en el calambre es ocasional y la contractura es más duradera.

SÍNTOMAS. Dolor muy intenso y localizado en un músculo (habitualmente los gemelos), también tensión, el músculo se pone duro "como una piedra". Mientras no ceda suele ser muy difícil o doloroso continuar.

DURACIÓN. Oscila entre segundos y horas.

CAUSAS. Esfuerzo intenso y prolongado. Frío o calor excesivos, o cambios bruscos de temperatura. Defícit de potasio, calcio o magnesio. Deshidratación

TRATAMIENTO. En el momento de sufrirlo lo mejor es cesar en la actividad, aunque normalmente el propio dolor obliga a detenerse. Relajar el músculo, refrescarlo usando agua fría si es preciso, realizar un masaje sobre la zona y, cuando vaya soltándose, hacer estiramientos suaves. Beber alguna bebida isotónica para reponer las pérdidas. Si son persistentes hay que consultar con un especialista, por si existen carencias de minerales y/o vitaminas. PREVENCIÓN. Aunque es difícil prevenirlos es adecuado realizar un buen calentamiento, estar bien hidratado, vigilar las zapatillas y cuidar la postura.

CONTRACTURA

¿QUÉ ES? Es la contracción persistente e involuntaria de un músculo. Al igual que el calambre es un problema benigno que no reporta ningún peligro; aunque es muy dolorosa y puede impedir la actividad deportiva, a veces se puede mantener a un nivel bajo. Se diferencia del calambre en la duración, que en el calambre es ocasional y la contractura es más duradera, el músculo queda contraído. Hay que tener cuidado de no confundirlo con una rotura de fibras.
Existen tres tipos:
-Contracturas fisiológicas. Son las más frecuentes, derivan de una sobrecarga muscular o un sobreuso. Consiste en un trastorno temporal por la contracción y acortamiento muscular durante un periodo considerable de tiempo. Son las más habituales en los corredores sobre la zona de gemelos, peroneos, isquiocrurales y cuádriceps.
-Contracturas posturales. Son aquellas que se crean tras la adopción de una postura incorrecta durante un tiempo determinado. Más habituales en personas sedentarias.
-Contracturas en defensa. Se originan cuando existe una lesión primaria y como consecuencia de ésta la musculatura adyacente aumenta su actividad, produciéndose una contractura en defensa o siendo el propio músculo dañado el que crea una contractura con el fin de no agravar más la lesión primaria.

SÍNTOMAS. Dolor no agudo, pero sí constante, localizado en un músculo; también tensión, el músculo se pone duro "como una piedra". Puede calmarse, pero no cede totalmente.

DURACIÓN. Suele durar varios días.

CAUSAS. Fatiga muscular ocasionada por un trabajo intenso. Existencia de una lesión primaria. Mala postura. Incorrecta alimentación e hidratación.

TRATAMIENTO. Reposo de 3 a 7 días, medicación (antiálgicos, antiinflamatorios, relajantes musculares...), masaje relajante. Si persiste, ultrasonidos, electroterapia antiálgica...). En el caso de las contracturas posturales es indispensable correción del hábito que las produjo.

PREVENCIÓN. No hacer sobreesfuerzos, respetar los descansos necesarios entre sesiones de entrenamiento. Evitar los incrementos bruscos de intensidad en los ejercicios. Calentar adecuadamente antes de entrenar. Si se producen habitalmente es señal de no haber rehabilitado suficiente o pueden existir carencias de minerales y/o vitaminas. Después de sufrir una contractura no se debe levantar pesos en unos días, nada de pesas.

AGUJETAS O DOLOR MUSCULAR TARDÍO

¿QUÉ ES? Microlesiones musculares ocasionadas por un trabajo para el que las fibras musculares no están preparadas.

SÍNTOMAS. Dolor muscular y dificultad para realizar recorridos completos de movimiento de alguna articulación. Aparece entre 12-24 horas después de haber realizado el ejercicio, llegando a su pico máximo entre 24-48 horas después. A pesar de no considerarse una lesión deportiva el dolor producido puede llegar a ser incapacitante.

DURACIÓN. 2 ó 3 días.

CAUSAS. Haber ejercitado un músculo por encima del nivel de esfuerzo al que está acostumbrado, o al volver al entrenamiento tras un periodo sin ejercitarse.
Existe la creencia popular de que las agujetas provienen de la acumulación de cristales de ácido láctico, que quedan entre las fibras musculares produciendo el referido dolor, como de "agujas". Esto NO es así ya que el ácido láctico no se cristaliza a temperatura corporal (ni siquiera en una nevera) y, como es obvio, nadie lo ha visto jamás en una biopsia muscular; además no se acumula en ningún sitio porque se reutiliza rápidamente por todos los tejidos corporales (Drobnik, F. 2000).

TRATAMIENTO. La mejor forma de tratarlas es realizar, cuando sea posible, el mismo ejercicio que las produjo. También sería correcto realizar una carrera suave para activar el riego sanguíneo y limpiar de esta manera nuestro organismo de sustancias de deshecho. Algún analgésico suave también ayuda. El azúcar disuelto en agua o las pastillas de glucosa no sirven para nada, ni como tratamiento ni como prevención.

PREVENCIÓN. Evitar que las primeras sesiones de entrenamiento sean muy intensas. En general, evitar los aumentos bruscos de intensidad del ejercicio, estés en forma o no. El calentamiento no tiene efecto de cara a evitarlas o disminuirlas.

ELONGACIÓN O TIRÓN

¿QUÉ ES? Es un alargamiento brusco del músculo, rebasando los límites fisiológicos. Es el paso previo a una distención o rotura fibrilar.

SÍNTOMAS. Dolor intenso y localizado en un músculo, tras haber realizado un movimiento o ejercicio brusco, suele mejorar en reposo y empeora en movimiento.

DURACIÓN. Depende de muchos factores, pero en general, puede durar desde 1 a 6 semanas.

CAUSAS. Como se indica más arriba, suele producirse por un ejercicio o movimiento brusco.

TRATAMIENTO. El reposo relativo favorece la evolución de la lesión, mientras que si se sigue la actividad se corre el riesgo de agravar la lesión. Estiramientos suaves, mejor si son ayudados por un especialista.

PREVENCIÓN. Evitar ejercicios y movimientos bruscos. Calentar adecuadamente antes de los entrenamientos y enfriar al finalizarlos.

ROTURAS DE FIBRAS

¿QUÉ ES? Son roturas parciales o totales de las microfibrillas o fibras musculares (tejido muscular). Se diferencian cuatro grados:
-Distensión o rotura grado 0. Sería el paso siguiente a una elongación o tirón. Las microrroturas apenas son apreciables por lo que el atleta puede agravarla al seguir con su actividad. Algunos autores la denominan tirón o elongación.
-Rotura de 1º grado. Hay rotura del algunas microfibrillas musculares. Existe dolor que aumenta al cesar la actividad, aunque a veces el atleta puede andar y apoyar sin molestias. Puede aparecer hematoma e inflamación.
-Rotura de 2º grado. Aumenta el número de fibras afectadas con respecto al grado 1. La movilidad se reduce e incluso se vuelve limitada, también existe inflamación y un posible hematoma importante. Hay dolor muy intenso a la palpación, pero puede ser que no aparezca al caminar.
-Rotura de 3º grado. Rotura completa del músculo o de la unión músculo-tendinosa. Dolor muy intenso e impotencia funcional, el atleta no se tiene en pie. Depresión visible y palpable, inflamación y edema muy extenso.

SÍNTOMAS. Además de un dolor repentino, agudo e intenso en la zona afectada y al uso del músculo, podemos palpar un "escalón" en el lugar donde se ha producido la rotura. Puede aparecer hematoma por rotura de vasos sanguíneos.

DURACIÓN. Dependiendo de la gravedad y del tratamiento (hay casos en los que se necesita intervención quirúrgica y esto puede llevar varios meses).

CAUSAS. Contracción muscular violenta. Descompensación de fuerza de dos músculos (uno más débil que otro). Falta de calentamiento correcto. Fatiga excesiva producida en las fibras musculares. Existencia de una lesión previa. Impacto o colisión de un objeto provocando una comprensión violenta del músculo contra el hueso.

TRATAMIENTO. Como norma general se realizará reposo de 3 a 10 días, entrenamiento suave de 3 a 15 días, medicación (antiinflamatorios, analgésicos...) terapia física (ultrasonidos, láser, electroterapia...), y un buen programa de rehabilitación.
Grado 1: Aplicación de frío en las primeras 48 horas, para disminuir la inflamación, el edema y el hematoma. Masaje. Reeducación física. Si tras 10 días no cede se debe sospechar de una posible rotura de grado 2 ó 3.
Grado 2: Reposo total al menos una semana. Aplicar frío las primeras 48 horas y nunca calor ni masajes hasta los 4-5 días (el tratamiento oscila entre 7-8 días). Tratamiento médico habitual a base de analgésicos, antiinflamatorios, relajantes... La fisioterapia acorta el periodo de curación. Volver al entrenamiento de forma muy gradual, no es recomendable realizar trabajos intensos hasta pasadas dos semanas.
Grado 3: Igual que en grado 2, pero reposo de 15 a 21 días y tratamento médico, quirúrgico y fisioterapéutico.

PREVENCIÓN. Calentamiento adecuado al incio de los entrenamientos. Evitar movimientos bruscos y violentos. Hidratación correcta.

TENDINITIS

¿QUÉ ES? En general se trata de la inflamación de un tendón (inserción de un músculo en el hueso). El término correcto de este tipo de afecciones sería tendinopatías y pueden existir: tendinosis (degenaración), tenosinovitis (afección de la vaina), entesitis (insercción con el hueso)...

SÍNTOMAS. Como los tendones están junto a las articulaciones las tendinopatías aparecen con síntomas de dolor e incapacidad de movimientos en éstas, dicho dolor suele desaparecer tras el calentamiento, salvo en las fases agudas en las que el dolor está siempre presente. En atletismo una de las más usuales es la del tendón de Aquiles, aparece una cojera inmediata y hay imposibilidad de colocarse de puntillas.

DURACIÓN. Muy variable, dependiendo del grado (se puede llegar incluso a rotura). Después de su curación pueden persistir molestias incluso hasta dos meses.

CAUSAS. Correr por superficies duras. Zapatillas desgastadas o con poca amortiguación. Abuso del entrenamiento en pendiente o por terrenos irregulares. Aumento no progresivo del volumen de entrenamiento. Calentamiento inadecuado. Sobrecarga muscular. Falta de hidratación.

TRATAMIENTO. Reposo absoluto hasta disminución del dolor. Masaje de la musculatura periférica, estiramientos livianos y ejercicios básicos de fortalecimiento. Terapia física. Aplicación de frío tras la actividad. Medicación.

PREVENCIÓN. Calentamientos adecuados. Si tienes molestias al acabar un entrenamiento puedes aplicar frío en la zona.

ESGUINCES

¿QUÉ ES? Es la distensión o rotura parcial o total de los ligamentos de una articulación. El más común en atletismo es el esguince de tobillo, afectando en la mayoría de los casos al ligamento lateral externo. Existen tres grados.

SÍNTOMAS. -Leves ó 1º grado. Distensión del ligamento. Se produce ligero dolor e incapacidad temporal. Edema y hematoma leves.
-Medios ó 2º grado. Rotura parcial. Mayor dolor e impotencia funcional. Edema y hematoma más importantes.
-Graves ó 3º grado. Suponen la rotura total del ligamento, pérdida de la movilidad y hematoma y edema grandes.

DURACIÓN. Depende mucho, pero puede durar hasta más de un mes.

CAUSAS. El origen suele estar en un movimiento brusco y repentino, (una torcedura), no dando tiempo al cerebro de corregir la nueva posición de la zona dañada.

TRATAMIENTO. Para los de grado 1 bastará con aplicación de frío, elevación del miembro, reposo y compresión. No volver al entrenamiento hasta pasados 5-7 días. En grado 2 la duración será de 1 a 2 semanas y se puede acompañar de medicación. Por último, en grado 3 será mayor de un mes, también con tratamiento médico. Existe la posibilidad de realizar un vendaje elástico con el fin de inmovilizar ligeramente el miembro afectado, suele ser muy útil en lesiones de grado 2 y 3. También el tratamiento fisioterapéutico puede ser de gran utilidad.

PREVENCIÓN. Al ser una lesión muchas veces fortuita es complicada la prevención, pero nunca está de más un buen calentamiento.

FASCITIS

¿QUÉ ES? Inflamación de la fascia de la planta del pie. La fascia es como una telilla que recubre a los músculos, es un tejido fibroso, grueso y tenso, situado (en este caso) en la planta del pie que se inserta en el hueso del talón (calcáneo) y se despliega hacia adelante para anclarse en los dedos. Su función es amortiguar los impactos durante la actividad y estabilizar el talón. En muchos casos suele aparecer un espolón en el calcáneo, pero es un problema secundario.

SÍNTOMAS. Dolor localizado en la base del talón. También se produce dolor a la palpación, al estiramiento y al caminar de puntillas o sobre los talones. También puede aparecer un dolor sordo en el talón, intermitente, de predominio matutino, cede con los primeros pasos de la marcha, reaparece al reanudar la marcha tras un reposo y aumenta al final del día.

DURACIÓN. Muy variable

CAUSAS. Pisada hiperpronadora. Debilidad en la musculatura plantar. Acortamiento excesivo del tríceps sural. Déficit de flexibilidad en la flexión dorsal del tobillo. Pies cavos. Sobrecarga o microtraumatismos repetidos.

TRATAMIENTO. Masaje en la planta del pie, estiramiento pasivo y fortalecimiento de la musculatura plantar y periférica. Aplicar hielo tres veces al día y después de la actividad deportiva. Tratamiento médico a base de antiinflamatorios y, en algunos casos, inyecciones de esteroides. También puede servir un vendaje funcional o una talonera en la fase aguda, así como vigilar el calzado. Algunos autores recomiendan el uso de tiras de esparadrapo a lo largo de la fascia para la práctica deportiva.
Existen algunos ejercicios que pueden ayudarnos a mejorar:
1. Coloque una toalla en el suelo e intente traer la toalla hacia usted con los dedos del pie. Aumente la resistencia con un peso en el extremo de la toalla. Haga varias repeticiones con descansos entre ellas.
2. Masajes con la pierna opuesta. Mueva su pie doloroso lentamente arriba y abajo sobre la espinilla de la otra pierna, tratando de rodearla con los dedos.
3. Estiramientos. Ponerse a cierta distancia de una mesa apoyando las manos sobre la misma, flexionando una rodilla y con la otra estirada. Lentamente inclínese hacia la mesa, presionando hacia delante hasta que sienta una tensión moderada en los músculos de la pantorrilla de la pierna estirada. Mantenga esta posición durante 15 segundos.

PREVENCIÓN. Mantener una buena flexibilidad alrededor del tobillo tal vez es la mejor forma de prevenir la fascitis plantar.

FRACTURA DE ESTRÉS

¿QUÉ ES? Son microfracturas óseas que se producen como consecuencia de impactos repetitivos en el entrenamiento o por excecivas contracciones musculares continuas. Los huesos más afectados son la cara interna de la tibia y los metatarsos.

SÍNTOMAS. Dolor progresivo durante y después de la carrera, se calma con el reposo y aumenta si continuamos el ejercicio. Suele diagnosticarse al cabo de un mes, pues las primeras semanas pasa desapercibida en las pruebas radiográficas.

DURACIÓN. Variable, según la gravedad de la rotura.

CAUSAS. Alto volumen o incremento no progresivo de entrenamiento. Cambio de superficie de entrenamiento a zona más dura. Realización de sesiones de alta intensidad o muchas competiciones. Calzado defectuoso.

TRATAMIENTO. Reposo total de 10 días a 6 semanas. Controlar el dolor con tratamiento médico e hielo. Terapia física y control radiológico. Práctica de otra actividad deportiva y posteriormente habrá que realizar un plan de fortalecimiento de la musculatura periférica, junto con estiramientos.

PREVENCIÓN. Incrementos progresivos y lentos en las cargas aplicadas (nunca más de 15% quincenal de aumento). Entrenamiento en superficies blandas como césped, tierra o arena. Mantenimiento de una dieta con cantidades adecuadas de calcio. Uso de zapatillas adecuadas a las características del pie, forma de carrera y fase de entrenamiento.

PERIOSTITIS TIBIAL (Shin splint)

¿QUÉ ES? Consiste en la inflamación del periostio, que es una membrana protectora de los huesos, debido a una fuerte tensión. Tiene lugar en la zona de inserción del tendón y suele producirse en la cara interna de la tibia. En algunos casos pueden palparse unas bolitas de inflamación muy dolorosas, denominadas rosario perióstico. Es una lesión muy típica de los corredores, si no se la trata puede convertirse en fractura de estrés o hacerse crónica.

SÍNTOMAS. El atleta se queja de dolor en la cara interna de la pierna, concretamente entre la rodilla y el tobillo.

DURACIÓN. Oscila entre una semana hasta meses.

CAUSAS. Gran tensión en el compartimento profundo. Aumento no progresivo de las cargas de entrenamiento. Abuso de superficies duras. Calzado inadecuado. Mala técnica de carrera y anomalías biomecánicas.

TRATAMIENTO. Se puede disminuir la carga de entrenamiento o cesar la actividad, dependiendo de la gravedad. Suprimir la carrera por superficies duras y optar por sitios blandos. Aplicar hielo después de cada sesión de entrenamiento y 4 ó 5 veces al día. Ingesta de antiinflamatorios la primera semana. Masaje para descargar los músculos periféricos (sóleos y gemelos). Vendaje especial en espiga para entrenar y sesgado para la vuelta a los entrenamientos tras la lesión, con el fin de minimizar las vibraciones del periostio sobre el hueso.

PREVENCIÓN. Estiramientos. Aplicar frío al finalizar el entrenamiento a la menor sospecha de periostitis. En caso de que la lesión persista sería conveniente contemplar la posibilidad de realización de plantillas.

BURSITIS

¿QUÉ ES? Todas las articulaciones poseen bolsas sinoviales que se sitúan entre el tendón y los huesos, su objetivo es evitar la excesiva fricción entre ambos. Durante la realización de un esfuerzo prolongado existe un intenso roce del tendón en esta estructura, pudiendo ocasionar una inflamación de la bolsa sinovial, dando lugar a la bursitis. Es una lesión atípica, pero fastidiosa. Las más habituales en atletismo son detrás del talón y delante del tendón de Aquiles, glúteo, rodilla...

SÍNTOMAS. Sensibilidad y dolor articular. Hinchazón. Calor localizado.

DURACIÓN. Si persiste más de dos semanas hay que consultar con el médico.

CAUSAS. Sobreesfuerzo. Correr por los arcenes de las carreteras o lugares inclinados puede crear una mayor tensión de los tendones, tanto es así que los atletas de élite en pista suelen alternar las vueltas en distinto sentido, para no cargar siempre igual en las curvas.

TRATAMIENTO. Reposo, hielo tras el ejercicio, programa de flexibilidad y fortalecimiento liviano. Antiinflamatorios y analgésicos. Hay que tratarla correctamente porque puede cronificarse. En los casos en los que la acumulación de líquido es excesivo es necesario realizar una punción.

PREVENCIÓN. Lo ideal es evitar las actividades que involucren movimientos repetitivos, pero en el caso de los corredores esto es difícil. Aplicar frío localizado al inicio de las molestias

AMPOLLAS

¿QUÉ ES? Es una lesión cutánea muy frecuente, resulta de la fricción de la piel con otra superficie.

SÍNTOMAS. Son unas bolsitas con líquido que suelen formarse en los pies y provocan dolor.

DURACIÓN. Pocos días.

CAUSAS. Resulta de la fricción de la piel con otra superficie.

TRATAMIENTO. La técnica más usada es la de "coser" la ampolla con una aguja e hilo desinfectados, presionando hasta extraer el líquido y rellenando con líquido deseinfectante. Actualmente se usan, con excelente resultado, apósitos hidrocoloides tanto para curación como prevención.

PREVENCIÓN. Usar zapatillas de tamaño adecuado. Calcetines sin costuras. Vaselina en las zonas de máxima fricción. Apósitos hidrocoloides.

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LESIONES EN EL CORREDOR

LESIONES EN EL CORREDOR

En una carrera de 15 minutos, a un ritmo aproximado de cuatro minutos y medio por kilómetro, se producen cerca de cinco mil impactos de los pies contra el suelo. El valor de cada uno de estos impactos se sitúa entre dos y cinco veces el peso corporal del deportista, así pues, es fácil suponer la enorme fuerza y estrés mecánico al que están sometidos los músculos y articulaciones de las piernas de un corrredor. Todo ello facilita que los corredores sufran, por término medio, varias lesiones por temporada, con predominancia de las producidas por microtraumatismos y por sobrecarga.
Antes de pasar a enumerar y explicar las lesiones más habituales, sus causas y tratamientos, debemos resaltar que cuando un atleta padece una lesión es muy importante que realice un entrenamiento supletorio, para mejorar los músculos y tendones no afectados y para mantener los niveles fisiológicos óptimos. Para ello existen numerosas actividades alternativas, como carrera acuática, bicicleta, programa de fuerza-resistencia...
Posiblemente también te interese saber cómo volver a la acividad después de tu lesión, puedes consultarlo aquí.
En la mayoría de las lesiones se sigue el protocolo CRICE como pauta de actuación, esto significa que debemos, en la medida de lo posible, y para no agravar más la lesión:
C: Crioterapia (aplicar frío)
R: Reposo
I: Inmovilización
C: Compresión de la zona afectada
E: Elevación del miembro para disminuir el riego sanguíneo.

DÍAS SIN REALIZAR ENTRENAMIENTO % DE PÉRDIDA DE CONDICIÓN FÍSICA
1 a 5 días 0 - 1%
7 días 10%
14 días 35%
21 días 60%
28 días 85%
35 días o más 100%

CALAMBRE

¿QUÉ ES? Es la repentina contracción dolorosa de un músculo y la incapacidad para relajarlo. No comporta ningún peligro, es una lesión benigna en la práctica deportiva. La diferencia con la contractura es la duración, que en el calambre es ocasional y la contractura es más duradera.

SÍNTOMAS. Dolor muy intenso y localizado en un músculo (habitualmente los gemelos), también tensión, el músculo se pone duro "como una piedra". Mientras no ceda suele ser muy difícil o doloroso continuar.

DURACIÓN. Oscila entre segundos y horas.

CAUSAS. Esfuerzo intenso y prolongado. Frío o calor excesivos, o cambios bruscos de temperatura. Defícit de potasio, calcio o magnesio. Deshidratación

TRATAMIENTO. En el momento de sufrirlo lo mejor es cesar en la actividad, aunque normalmente el propio dolor obliga a detenerse. Relajar el músculo, refrescarlo usando agua fría si es preciso, realizar un masaje sobre la zona y, cuando vaya soltándose, hacer estiramientos suaves. Beber alguna bebida isotónica para reponer las pérdidas. Si son persistentes hay que consultar con un especialista, por si existen carencias de minerales y/o vitaminas. PREVENCIÓN. Aunque es difícil prevenirlos es adecuado realizar un buen calentamiento, estar bien hidratado, vigilar las zapatillas y cuidar la postura.

CONTRACTURA

¿QUÉ ES? Es la contracción persistente e involuntaria de un músculo. Al igual que el calambre es un problema benigno que no reporta ningún peligro; aunque es muy dolorosa y puede impedir la actividad deportiva, a veces se puede mantener a un nivel bajo. Se diferencia del calambre en la duración, que en el calambre es ocasional y la contractura es más duradera, el músculo queda contraído. Hay que tener cuidado de no confundirlo con una rotura de fibras.
Existen tres tipos:
-Contracturas fisiológicas. Son las más frecuentes, derivan de una sobrecarga muscular o un sobreuso. Consiste en un trastorno temporal por la contracción y acortamiento muscular durante un periodo considerable de tiempo. Son las más habituales en los corredores sobre la zona de gemelos, peroneos, isquiocrurales y cuádriceps.
-Contracturas posturales. Son aquellas que se crean tras la adopción de una postura incorrecta durante un tiempo determinado. Más habituales en personas sedentarias.
-Contracturas en defensa. Se originan cuando existe una lesión primaria y como consecuencia de ésta la musculatura adyacente aumenta su actividad, produciéndose una contractura en defensa o siendo el propio músculo dañado el que crea una contractura con el fin de no agravar más la lesión primaria.

SÍNTOMAS. Dolor no agudo, pero sí constante, localizado en un músculo; también tensión, el músculo se pone duro "como una piedra". Puede calmarse, pero no cede totalmente.

DURACIÓN. Suele durar varios días.

CAUSAS. Fatiga muscular ocasionada por un trabajo intenso. Existencia de una lesión primaria. Mala postura. Incorrecta alimentación e hidratación.

TRATAMIENTO. Reposo de 3 a 7 días, medicación (antiálgicos, antiinflamatorios, relajantes musculares...), masaje relajante. Si persiste, ultrasonidos, electroterapia antiálgica...). En el caso de las contracturas posturales es indispensable correción del hábito que las produjo.

PREVENCIÓN. No hacer sobreesfuerzos, respetar los descansos necesarios entre sesiones de entrenamiento. Evitar los incrementos bruscos de intensidad en los ejercicios. Calentar adecuadamente antes de entrenar. Si se producen habitalmente es señal de no haber rehabilitado suficiente o pueden existir carencias de minerales y/o vitaminas. Después de sufrir una contractura no se debe levantar pesos en unos días, nada de pesas.

AGUJETAS O DOLOR MUSCULAR TARDÍO

¿QUÉ ES? Microlesiones musculares ocasionadas por un trabajo para el que las fibras musculares no están preparadas.

SÍNTOMAS. Dolor muscular y dificultad para realizar recorridos completos de movimiento de alguna articulación. Aparece entre 12-24 horas después de haber realizado el ejercicio, llegando a su pico máximo entre 24-48 horas después. A pesar de no considerarse una lesión deportiva el dolor producido puede llegar a ser incapacitante.

DURACIÓN. 2 ó 3 días.

CAUSAS. Haber ejercitado un músculo por encima del nivel de esfuerzo al que está acostumbrado, o al volver al entrenamiento tras un periodo sin ejercitarse.
Existe la creencia popular de que las agujetas provienen de la acumulación de cristales de ácido láctico, que quedan entre las fibras musculares produciendo el referido dolor, como de "agujas". Esto NO es así ya que el ácido láctico no se cristaliza a temperatura corporal (ni siquiera en una nevera) y, como es obvio, nadie lo ha visto jamás en una biopsia muscular; además no se acumula en ningún sitio porque se reutiliza rápidamente por todos los tejidos corporales (Drobnik, F. 2000).

TRATAMIENTO. La mejor forma de tratarlas es realizar, cuando sea posible, el mismo ejercicio que las produjo. También sería correcto realizar una carrera suave para activar el riego sanguíneo y limpiar de esta manera nuestro organismo de sustancias de deshecho. Algún analgésico suave también ayuda. El azúcar disuelto en agua o las pastillas de glucosa no sirven para nada, ni como tratamiento ni como prevención.

PREVENCIÓN. Evitar que las primeras sesiones de entrenamiento sean muy intensas. En general, evitar los aumentos bruscos de intensidad del ejercicio, estés en forma o no. El calentamiento no tiene efecto de cara a evitarlas o disminuirlas.

ELONGACIÓN O TIRÓN

¿QUÉ ES? Es un alargamiento brusco del músculo, rebasando los límites fisiológicos. Es el paso previo a una distención o rotura fibrilar.

SÍNTOMAS. Dolor intenso y localizado en un músculo, tras haber realizado un movimiento o ejercicio brusco, suele mejorar en reposo y empeora en movimiento.

DURACIÓN. Depende de muchos factores, pero en general, puede durar desde 1 a 6 semanas.

CAUSAS. Como se indica más arriba, suele producirse por un ejercicio o movimiento brusco.

TRATAMIENTO. El reposo relativo favorece la evolución de la lesión, mientras que si se sigue la actividad se corre el riesgo de agravar la lesión. Estiramientos suaves, mejor si son ayudados por un especialista.

PREVENCIÓN. Evitar ejercicios y movimientos bruscos. Calentar adecuadamente antes de los entrenamientos y enfriar al finalizarlos.

ROTURAS DE FIBRAS

¿QUÉ ES? Son roturas parciales o totales de las microfibrillas o fibras musculares (tejido muscular). Se diferencian cuatro grados:
-Distensión o rotura grado 0. Sería el paso siguiente a una elongación o tirón. Las microrroturas apenas son apreciables por lo que el atleta puede agravarla al seguir con su actividad. Algunos autores la denominan tirón o elongación.
-Rotura de 1º grado. Hay rotura del algunas microfibrillas musculares. Existe dolor que aumenta al cesar la actividad, aunque a veces el atleta puede andar y apoyar sin molestias. Puede aparecer hematoma e inflamación.
-Rotura de 2º grado. Aumenta el número de fibras afectadas con respecto al grado 1. La movilidad se reduce e incluso se vuelve limitada, también existe inflamación y un posible hematoma importante. Hay dolor muy intenso a la palpación, pero puede ser que no aparezca al caminar.
-Rotura de 3º grado. Rotura completa del músculo o de la unión músculo-tendinosa. Dolor muy intenso e impotencia funcional, el atleta no se tiene en pie. Depresión visible y palpable, inflamación y edema muy extenso.

SÍNTOMAS. Además de un dolor repentino, agudo e intenso en la zona afectada y al uso del músculo, podemos palpar un "escalón" en el lugar donde se ha producido la rotura. Puede aparecer hematoma por rotura de vasos sanguíneos.

DURACIÓN. Dependiendo de la gravedad y del tratamiento (hay casos en los que se necesita intervención quirúrgica y esto puede llevar varios meses).

CAUSAS. Contracción muscular violenta. Descompensación de fuerza de dos músculos (uno más débil que otro). Falta de calentamiento correcto. Fatiga excesiva producida en las fibras musculares. Existencia de una lesión previa. Impacto o colisión de un objeto provocando una comprensión violenta del músculo contra el hueso.

TRATAMIENTO. Como norma general se realizará reposo de 3 a 10 días, entrenamiento suave de 3 a 15 días, medicación (antiinflamatorios, analgésicos...) terapia física (ultrasonidos, láser, electroterapia...), y un buen programa de rehabilitación.
Grado 1: Aplicación de frío en las primeras 48 horas, para disminuir la inflamación, el edema y el hematoma. Masaje. Reeducación física. Si tras 10 días no cede se debe sospechar de una posible rotura de grado 2 ó 3.
Grado 2: Reposo total al menos una semana. Aplicar frío las primeras 48 horas y nunca calor ni masajes hasta los 4-5 días (el tratamiento oscila entre 7-8 días). Tratamiento médico habitual a base de analgésicos, antiinflamatorios, relajantes... La fisioterapia acorta el periodo de curación. Volver al entrenamiento de forma muy gradual, no es recomendable realizar trabajos intensos hasta pasadas dos semanas.
Grado 3: Igual que en grado 2, pero reposo de 15 a 21 días y tratamento médico, quirúrgico y fisioterapéutico.

PREVENCIÓN. Calentamiento adecuado al incio de los entrenamientos. Evitar movimientos bruscos y violentos. Hidratación correcta.

TENDINITIS

¿QUÉ ES? En general se trata de la inflamación de un tendón (inserción de un músculo en el hueso). El término correcto de este tipo de afecciones sería tendinopatías y pueden existir: tendinosis (degenaración), tenosinovitis (afección de la vaina), entesitis (insercción con el hueso)...

SÍNTOMAS. Como los tendones están junto a las articulaciones las tendinopatías aparecen con síntomas de dolor e incapacidad de movimientos en éstas, dicho dolor suele desaparecer tras el calentamiento, salvo en las fases agudas en las que el dolor está siempre presente. En atletismo una de las más usuales es la del tendón de Aquiles, aparece una cojera inmediata y hay imposibilidad de colocarse de puntillas.

DURACIÓN. Muy variable, dependiendo del grado (se puede llegar incluso a rotura). Después de su curación pueden persistir molestias incluso hasta dos meses.

CAUSAS. Correr por superficies duras. Zapatillas desgastadas o con poca amortiguación. Abuso del entrenamiento en pendiente o por terrenos irregulares. Aumento no progresivo del volumen de entrenamiento. Calentamiento inadecuado. Sobrecarga muscular. Falta de hidratación.

TRATAMIENTO. Reposo absoluto hasta disminución del dolor. Masaje de la musculatura periférica, estiramientos livianos y ejercicios básicos de fortalecimiento. Terapia física. Aplicación de frío tras la actividad. Medicación.

PREVENCIÓN. Calentamientos adecuados. Si tienes molestias al acabar un entrenamiento puedes aplicar frío en la zona.

ESGUINCES

¿QUÉ ES? Es la distensión o rotura parcial o total de los ligamentos de una articulación. El más común en atletismo es el esguince de tobillo, afectando en la mayoría de los casos al ligamento lateral externo. Existen tres grados.

SÍNTOMAS. -Leves ó 1º grado. Distensión del ligamento. Se produce ligero dolor e incapacidad temporal. Edema y hematoma leves.
-Medios ó 2º grado. Rotura parcial. Mayor dolor e impotencia funcional. Edema y hematoma más importantes.
-Graves ó 3º grado. Suponen la rotura total del ligamento, pérdida de la movilidad y hematoma y edema grandes.

DURACIÓN. Depende mucho, pero puede durar hasta más de un mes.

CAUSAS. El origen suele estar en un movimiento brusco y repentino, (una torcedura), no dando tiempo al cerebro de corregir la nueva posición de la zona dañada.

TRATAMIENTO. Para los de grado 1 bastará con aplicación de frío, elevación del miembro, reposo y compresión. No volver al entrenamiento hasta pasados 5-7 días. En grado 2 la duración será de 1 a 2 semanas y se puede acompañar de medicación. Por último, en grado 3 será mayor de un mes, también con tratamiento médico. Existe la posibilidad de realizar un vendaje elástico con el fin de inmovilizar ligeramente el miembro afectado, suele ser muy útil en lesiones de grado 2 y 3. También el tratamiento fisioterapéutico puede ser de gran utilidad.

PREVENCIÓN. Al ser una lesión muchas veces fortuita es complicada la prevención, pero nunca está de más un buen calentamiento.

FASCITIS

¿QUÉ ES? Inflamación de la fascia de la planta del pie. La fascia es como una telilla que recubre a los músculos, es un tejido fibroso, grueso y tenso, situado (en este caso) en la planta del pie que se inserta en el hueso del talón (calcáneo) y se despliega hacia adelante para anclarse en los dedos. Su función es amortiguar los impactos durante la actividad y estabilizar el talón. En muchos casos suele aparecer un espolón en el calcáneo, pero es un problema secundario.

SÍNTOMAS. Dolor localizado en la base del talón. También se produce dolor a la palpación, al estiramiento y al caminar de puntillas o sobre los talones. También puede aparecer un dolor sordo en el talón, intermitente, de predominio matutino, cede con los primeros pasos de la marcha, reaparece al reanudar la marcha tras un reposo y aumenta al final del día.

DURACIÓN. Muy variable

CAUSAS. Pisada hiperpronadora. Debilidad en la musculatura plantar. Acortamiento excesivo del tríceps sural. Déficit de flexibilidad en la flexión dorsal del tobillo. Pies cavos. Sobrecarga o microtraumatismos repetidos.

TRATAMIENTO. Masaje en la planta del pie, estiramiento pasivo y fortalecimiento de la musculatura plantar y periférica. Aplicar hielo tres veces al día y después de la actividad deportiva. Tratamiento médico a base de antiinflamatorios y, en algunos casos, inyecciones de esteroides. También puede servir un vendaje funcional o una talonera en la fase aguda, así como vigilar el calzado. Algunos autores recomiendan el uso de tiras de esparadrapo a lo largo de la fascia para la práctica deportiva.
Existen algunos ejercicios que pueden ayudarnos a mejorar:
1. Coloque una toalla en el suelo e intente traer la toalla hacia usted con los dedos del pie. Aumente la resistencia con un peso en el extremo de la toalla. Haga varias repeticiones con descansos entre ellas.
2. Masajes con la pierna opuesta. Mueva su pie doloroso lentamente arriba y abajo sobre la espinilla de la otra pierna, tratando de rodearla con los dedos.
3. Estiramientos. Ponerse a cierta distancia de una mesa apoyando las manos sobre la misma, flexionando una rodilla y con la otra estirada. Lentamente inclínese hacia la mesa, presionando hacia delante hasta que sienta una tensión moderada en los músculos de la pantorrilla de la pierna estirada. Mantenga esta posición durante 15 segundos.

PREVENCIÓN. Mantener una buena flexibilidad alrededor del tobillo tal vez es la mejor forma de prevenir la fascitis plantar.

FRACTURA DE ESTRÉS

¿QUÉ ES? Son microfracturas óseas que se producen como consecuencia de impactos repetitivos en el entrenamiento o por excecivas contracciones musculares continuas. Los huesos más afectados son la cara interna de la tibia y los metatarsos.

SÍNTOMAS. Dolor progresivo durante y después de la carrera, se calma con el reposo y aumenta si continuamos el ejercicio. Suele diagnosticarse al cabo de un mes, pues las primeras semanas pasa desapercibida en las pruebas radiográficas.

DURACIÓN. Variable, según la gravedad de la rotura.

CAUSAS. Alto volumen o incremento no progresivo de entrenamiento. Cambio de superficie de entrenamiento a zona más dura. Realización de sesiones de alta intensidad o muchas competiciones. Calzado defectuoso.

TRATAMIENTO. Reposo total de 10 días a 6 semanas. Controlar el dolor con tratamiento médico e hielo. Terapia física y control radiológico. Práctica de otra actividad deportiva y posteriormente habrá que realizar un plan de fortalecimiento de la musculatura periférica, junto con estiramientos.

PREVENCIÓN. Incrementos progresivos y lentos en las cargas aplicadas (nunca más de 15% quincenal de aumento). Entrenamiento en superficies blandas como césped, tierra o arena. Mantenimiento de una dieta con cantidades adecuadas de calcio. Uso de zapatillas adecuadas a las características del pie, forma de carrera y fase de entrenamiento.

PERIOSTITIS TIBIAL (Shin splint)

¿QUÉ ES? Consiste en la inflamación del periostio, que es una membrana protectora de los huesos, debido a una fuerte tensión. Tiene lugar en la zona de inserción del tendón y suele producirse en la cara interna de la tibia. En algunos casos pueden palparse unas bolitas de inflamación muy dolorosas, denominadas rosario perióstico. Es una lesión muy típica de los corredores, si no se la trata puede convertirse en fractura de estrés o hacerse crónica.

SÍNTOMAS. El atleta se queja de dolor en la cara interna de la pierna, concretamente entre la rodilla y el tobillo.

DURACIÓN. Oscila entre una semana hasta meses.

CAUSAS. Gran tensión en el compartimento profundo. Aumento no progresivo de las cargas de entrenamiento. Abuso de superficies duras. Calzado inadecuado. Mala técnica de carrera y anomalías biomecánicas.

TRATAMIENTO. Se puede disminuir la carga de entrenamiento o cesar la actividad, dependiendo de la gravedad. Suprimir la carrera por superficies duras y optar por sitios blandos. Aplicar hielo después de cada sesión de entrenamiento y 4 ó 5 veces al día. Ingesta de antiinflamatorios la primera semana. Masaje para descargar los músculos periféricos (sóleos y gemelos). Vendaje especial en espiga para entrenar y sesgado para la vuelta a los entrenamientos tras la lesión, con el fin de minimizar las vibraciones del periostio sobre el hueso.

PREVENCIÓN. Estiramientos. Aplicar frío al finalizar el entrenamiento a la menor sospecha de periostitis. En caso de que la lesión persista sería conveniente contemplar la posibilidad de realización de plantillas.

BURSITIS

¿QUÉ ES? Todas las articulaciones poseen bolsas sinoviales que se sitúan entre el tendón y los huesos, su objetivo es evitar la excesiva fricción entre ambos. Durante la realización de un esfuerzo prolongado existe un intenso roce del tendón en esta estructura, pudiendo ocasionar una inflamación de la bolsa sinovial, dando lugar a la bursitis. Es una lesión atípica, pero fastidiosa. Las más habituales en atletismo son detrás del talón y delante del tendón de Aquiles, glúteo, rodilla...

SÍNTOMAS. Sensibilidad y dolor articular. Hinchazón. Calor localizado.

DURACIÓN. Si persiste más de dos semanas hay que consultar con el médico.

CAUSAS. Sobreesfuerzo. Correr por los arcenes de las carreteras o lugares inclinados puede crear una mayor tensión de los tendones, tanto es así que los atletas de élite en pista suelen alternar las vueltas en distinto sentido, para no cargar siempre igual en las curvas.

TRATAMIENTO. Reposo, hielo tras el ejercicio, programa de flexibilidad y fortalecimiento liviano. Antiinflamatorios y analgésicos. Hay que tratarla correctamente porque puede cronificarse. En los casos en los que la acumulación de líquido es excesivo es necesario realizar una punción.

PREVENCIÓN. Lo ideal es evitar las actividades que involucren movimientos repetitivos, pero en el caso de los corredores esto es difícil. Aplicar frío localizado al inicio de las molestias

AMPOLLAS

¿QUÉ ES? Es una lesión cutánea muy frecuente, resulta de la fricción de la piel con otra superficie.

SÍNTOMAS. Son unas bolsitas con líquido que suelen formarse en los pies y provocan dolor.

DURACIÓN. Pocos días.

CAUSAS. Resulta de la fricción de la piel con otra superficie.

TRATAMIENTO. La técnica más usada es la de "coser" la ampolla con una aguja e hilo desinfectados, presionando hasta extraer el líquido y rellenando con líquido deseinfectante. Actualmente se usan, con excelente resultado, apósitos hidrocoloides tanto para curación como prevención.

PREVENCIÓN. Usar zapatillas de tamaño adecuado. Calcetines sin costuras. Vaselina en las zonas de máxima fricción. Apósitos hidrocoloides.

PARA CUALQUIER CONSULTA,NO DUDE EN ACUDIR A SU PODÓLOGO MÁS CERCANO.
BENJAMIN CASADO, CALLE ENRIQUE GRANADOS 1, FUENSALIDA (JUNTO A CALZADOS MAXI2).
TELF: 925784459.

lunes, 1 de agosto de 2011

PATOLOGÍAS FRECUENTES EN EL NIÑO (1ª PARTE)

EN LOS PRÓXIMOS 2 PROGRAMAS DE FUENSALIDA RADIO, CON LOS QUE COLABORO LOS MARTES EN SU PROGRAMA DE 12 A 14H, TRATAREMOS PATOLOGÍAS COMO LAS QUE EXPONGO A CONTINUACION.

PATOLOGÍA DE LOS PIES
EVOLUCION DEL PIE CON EL CRECIMIENTO
A lo largo del crecimiento, el pie va pasando por una serie de etapas de desarrollo, que es necesario conocer para distinguir en cada momento lo que es normal y lo que es patológico. Así, a la Edad de 1 año, el pie es un miembro fundamentalmente cartilaginoso, vulnerable a cualquier agresión externa. Por eso, cuando el niño comienza a dar los primeros pasos, es muy importante evitar el sobrepeso, y ayudar a su pie con un calzado correcto, que controle la posición del talón (contrafuerte fuerte), y que no oprima en exceso sus dedos (suela flexible).
A la Edad de 1 a 3 años, el niño se encuentra en un período de búsqueda de la verticalidad en el que casi todo es posible en cuanto a la forma de apoyar se refiere, por lo que no hay que apresurarse a tomar como patológico, lo que no es más que una transición hacia la "normalidad". Unos niños se caen con frecuencia; otros apoyan con el pie hacia dentro; otros lo hacen con el pie hacia fuera; etc. Además, en esta edad hay una transición fisiológica del Genu Varo ("piernas en paréntesis"), hacia el Genu Valgo ("Piernas en Equis"), y a la inversa, hasta que la musculatura de las piernas se fortalece, lo que también tiene repercusión en la forma de apoyar los pies. Así mismo, existe un aumento de la grasa plantar a nivel de la bóveda o arco interno, que puede dar la apariencia de un falso pie plano. Por todo esto, es muy difícil que a estas edades se pueda hablar con propiedad de Pie plano o de Genu Valgo; lo cual suelen ser falsos problemas, a menudo agravados por la inquietud materna y mantenidos por algún médico más o menos desinformado.
En Edades posteriores, existen unos cambios fisiológicos en la rotación de los miembros inferiores, debidos a la disminución progresiva de la anteversión del cuello femoral, y la rotación externa que se va produciendo en la tibia, lo cual también influye en la forma de apoyar los pies en el suelo. El ángulo de varización del cuello del astrágalo va disminuyendo, y esto hace que se vaya corrigiendo la tendencia al adducto del antepié y al pie plano valgo, característica de los pies en los primeros años de vida (entre el 1º y el 5º año).
1.-PIE PLANO
Se puede considerar que este tipo de pie es FISIOLOGICO, es decir, NORMAL hasta los 4 años de edad, debido a la hiperlaxitud de los ligamentos articulares en esta época de la vida, y a la persistencia de una almohadilla de grasa en la bóveda plantar del pie, que nos da la apariencia de un falso pie plano.
De los 4 a los 9-10 años, se trata generalmente de niños hiperlaxos
Otros factores, como la obesidad y el sobrepeso, también frecuentes a estas edades, pueden favorecer el aplastamiento de la bóveda plantar, sin que se trate de un problema del propio pie (además de favorecer otras alteraciones estéticas en los miembros inferiores, como el genu valgo).
Por supuesto, la Exploración del podologo debe descartar totalmente cualquier posibilidad de patología real en el pie, como ya indicamos antes. Por otra parte, todo pie aparentemente plano que se excava cuando el niño se pone de puntillas o al hacer la flexión dorsal del dedo gordo, va a ser un pie en principio no problemático, aunque se trate de un Pie Plano.
En este sentido, la Exploración Física debe complementarse con una visión de la Huella Plantar en el Podoscopio o plataforma de presiones; y si aún queda alguna duda, es cuando se puede recurrir al estudio mediante Radiografías, para poder valorar determinados ángulos de carga necesarios para determinar el tipo de problema real existente. Se dejan exploraciones más específicas como la TAC, para problemas concretos (p.e. descartar una sinóstosis o fusión anormal de los huesos del retropié). , que deben ser de ambos pies y en apoyo (valorando sobre todo la reductibilidad y la importancia del valgo del talón)
 
Llegados a este punto, nos encontramos en condiciones de hablar del TRATAMIENTO, dejando muy claro que el que "sufre" el tratamiento (sobre todo si es innecesario), es el niño, y que por tanto, debemos dejar a un lado la preocupación o las presiones de los padres para "que se haga algo".
Así, hasta los 4-5 años, no se precisa tratamiento alguno para estos Pies Planos Laxos, ya que como hemos dicho, son fisiológicos. Se pueden y se deben dar recomendaciones, en el sentido de:
Controlar el Sobrepeso
Aconsejar la realización de Ejercicios sencillos (Puntillas, Talones, Coger cosas con los dedos de los pies).
Caminar por terrenos naturales
Normas para uso de un Calzado Adecuado (NO ORTOPEDICO), que tenga un Contrafuerte "Fuerte", que mantenga el talón bien sujeto, y una Suela Flexible que no comprima excesivamente el antepié. El calzado fisiológico, debe dejar libres las articulaciones del tobillo y de los dedos (metatarsofalángicas), y debe mantener el talón vertical, evitando la desviación en valgo. Ortopédico mediante Plantillas a Medida, pero sólo 1 de cada 10 veces suele ser necesario este tratamiento. En este caso debemos tener presentes que nunca se deben colocar plantillas en pies doloridos y contracturados, y nunca se colocarán plantillas antes de los 2 años de edad; y que dichas plantillas deben cumplir una serie de requisitos para considerarse adecuadas:
como arena o césped.
de los niños.
A partir de los 5 años de edad, el Pie Plano Laxo Infantil puede ser susceptible de Tratamiento
Corregir el valgo del talón y la supinación del antepié
Se confeccionarán ex profeso para cada pie
Ser rígida y con el punto más alto en la articulación astrágalo-escafoidea.
Estar libres dentro del zapato y terminar a nivel retrocapital, es decir, a la altura de las almohadillas plantares anteriores.
La plantilla debe colocarse dentro de un calzado con contrafuerte rígido (¡no tiene sentido llevar plantillas con unas deportivas!); y se alternará su uso con la práctica de ejercicios de potenciación.
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Por todo ello, antes de prescribir plantillas a un niño, hay que estar convencidos de que realmente las necesita, pues corremos el riesgo de convertir en enfermo, a un niño normal, aunque sea más "laxo" que otros. El aspecto psicológico del problema también es muy importante a estas edades, y hay que tener en cuenta que estos niños no suelen tener ninguna sintomatología en sus pies. No se debe atribuir al pie plano la culpabilidad del dolor de los pies de estos niños, sin antes descartar causas que sí suelen provocarlos; ni se pueden culpabilizar a estos pies de que el niño se caiga más o corra menos que sus amigos.
Si queda claro que no suele ser necesario tratar ortopédicamente estos pies, es lógico asumir que el tratamiento quirúrgico del Pie Plano Laxo Infantil es excepcional. Sólo estaría indicado ante un pie plano irreductible inicialmente, en los casos de fracaso del tratamiento ortopédico cuando éste está bien indicado y se ha realizado correctamente durante 3-4 años; o en los casos de pies planos secundarios a alguna de las causas o enfermedades antes referidas (Retracciones del Aquiles; Sinóstosis en el retropié; etc.). En cualquier caso, debe esperarse a la segunda infancia para llevarlo a cabo (8-14 años) debido a la posibilidad de mejoría al aumentar la actividad deportiva y disminuir la laxitud ligamentosa, y va encaminado a corregir la relación o compás astrágalo-calcáneo.
 
2.-PIE CAVO.-
La deformidad en cavo del pie, también es un motivo frecuente de consulta, sobre todo en edad escolar a partir de los 4 años, bien porque los padres hayan observado un desgaste anormal del zapato, o por los reconocimientos escolares.
Podemos definir el Pie Cavo como una "Deformidad caracterizada por un aumento excesivo de la bóveda plantar, con una desviación del retropié en varo o valgo".
Hay muchas CAUSAS que pueden provocar un Pie Cavo, siendo las más frecuentes, las ENFERMEDADES DE TIPO NEUROLÓGICO (Polio; Ataxia de Friedrich; Parálisis Cerebral; etc.), pero una vez descartadas dichas posibilidades patológicas, nos queda el llamado Pie Cavo Esencial o Idiopáticoal cual nos referiremos en nuestra exposición), que es aquel que presenta un aumento de la bóveda plantar sin que encontremos una causa que lo justifique. (
Se considera que siempre existe un desequilibrio entre los músculos intrínsecos y extrínsecos del pie (aunque no siempre se puede poner de evidencia); y que este tipo de Pie Cavo tiene una alta frecuencia familiar (aunque no se ha podido identificar una transmisión hereditaria real).
Existen varios tipos de Pie Cavo, según que predomine la caída del Talón (Pie Cavo Posterior o Calcáneo-Varo); o que lo principal sea una verticalización o caída de los metatarsianos, sobre todo del primero (Pie Cavo Anterior, que es el más frecuente), que suele asociarse a Dedos en Garra. También hay Formas Mixtas. Según la posición del talón, el Pie Cavo puede ser Varo (el más frecuente), Recto o Valgo.
Para su diagnóstico correcto es fundamental realizar una Exploración Neurológica completa por el Especialista correspondiente, pues algunos piensan que siempre habrá una causa neurológica, aunque no la diagnostiquemos. Posteriormente hay que centrarse en la Exploración del pie, valorando sobre todo la reductibilidad (ver si se reduce el varo del talón cuando no se apoya), el vértice de la deformidad y si existen contracturas de los músculos plantares. Por supuesto, el Podoscopio (Pie Cavo de 1º y 2º grados) y el Estudio Radiológico en apoyo, son importantes para valorar completamente el pie.
Hay que tener en cuenta que los Pies Cavos a estas edades, presentan muy pocas molestias y no suelen alterar significativamente la marcha, salvo los que tienen una causa neurológica. Con el paso de los años, se van haciendo cada vez más rígidos, y comienzan a manifestar la sintomatología típica de la edad adulta: Metatarsalgia (dolor en las almohadillas plantares de los dedos al apoyar); Talalgias (dolor en el talón al apoyar) e Hiperqueratosis Plantares ("durezas" dolorosas en esas zonas de mayor apoyo), que pueden agravarse por la presencia de los típicos Dedos en Garra.

En este sentido, el TRATAMIENTO debe pretender proporcionar alivio sintomático, y por tanto, SÓLO DEBE PLANTEARSE CUANDO EXISTAN SÍNTOMAS. Inicialmente, pueden plantearse Ejercicios y Estiramientos plantares, para dar flexibilidad al pie; Plantillas Correctoras del Apoyo (Plantillas de Apoyo Retrocapital); y por supuesto, aconsejar el uso de Calzado Cómodo y Ancho, (con la puntera lo más alta posible) y Largos, que permitan una amplia movilidad de los dedos.
El seguimiento adecuado nos indicará cuándo es necesario plantear Tratamiento Quirúrgico, el cual dependerá de la edad, la rigidez y la deformidad del pie. Siempre estará contraindicado plantear tratamiento quirúrgico en los Pies Cavos Asintomáticos. No obstante, al contrario que en el Pie Plano, en los Pies Cavos verdaderos el tratamiento quirúrgico suele llegar a ser necesario; si bien, debe esperarse al final del crecimiento (las indicaciones quirúrgicas del pie cavo a la edad infantil son excepcionales).

3.-PIE ZAMBO
Definimos en su momento, de una forma muy genérica, el Pie Zambo como "todo pie que no apoya en el suelo sobre sus apoyos normales". Sin embargo, una definición más exacta nos indica que se trata de una "Malformación Congénita en la que el pie se deforma en Equino y Varo del Retropié y Adducto y Supinado del Antepié", pudiendo asociar un mayor o menor componente de Cavo. Es verdad que puede haber otros tipos de Pie Zambo, pero el que hemos definido es el más frecuente.
Se trata de una GRAVE deformidad, presente ya desde el nacimiento, y que precisa TRATAMIENTO ESPECIALIZADO DESDE EL PRIMER MOMENTO. Hay una frase que resume la importancia del tratamiento precoz de estos pies, que dice que "si un niño nace en podálica (con los pies por delante), y se ve que sus pies son zambos, deben estar colocados los primeros yesos correctores antes de que haya salido la cabeza".
La deformidad principal asienta en el retropié, con una disminución del ángulo o compás astrágalo-calcáneo; y como siempre es la REDUCTIBILIDAD de la deformación lo que nos da la gravedad real del pie.

 
El TRATAMIENTO persigue el corregir progresivamente todas las deformidades existentes, para que cuando el niño inicie la deambulación (en torno al 1º año de vida), apoye con su pie de forma correcta en el suelo. NUNCA SE DEBE OPERAR DE ENTRADA. Siempre se debe empezar con un tratamiento ortopédico, generalmente mediante Escayolas moldeadas y cambiadas periódicamente, durante los 3 primeros meses de vida. Se pretende ir corrigiendo paulatinamente las deformidades existentes, y en función de dicha corrección, se decidirá si es necesario o no plantear el tratamiento quirúrgico, el cual debe ajustarse a cada caso en particular (según la corrección lograda con el tratamiento ortopédico previo), y generalmente debe llevarse a cabo antes de que el niño cumpla el 1º año de vida. Suele ser necesario realizar nuevos "retoques" quirúrgicos a lo largo de la vida de estos niños; y a pesar de todo, siempre quedarán signos estéticos de que estos pies fueron Zambos al nacimiento.


Por supuesto que existen muchísimas más alteraciones (patológicas y no patológicas), que afectan a los pies en estas edades infantiles. Son muy frecuentes las DEFORMIDADES DE LOS DEDOS, muchas de ellas, de base congénita: Sindactilias (dedos unidos); Clinodactilias (dedos desviados a un lado); Camptodactilias (dedos en maza); etc. Sin embargo, consideramos que todas ellas son susceptibles de valoración específica en
 
, que con frecuencia presentan también genu valgo y mayor elasticidad articular en general, de forma que en bipedestación, el niño tiene los pies en eversión y rotación externa, estando el eje de carga por dentro del dedo gordo. Con frecuencia, al caminar, desvían el pie hacia dentro, haciendo una marcha en rotación interna que es compensadora, y que se ve favorecida por el aumento que a estas edades existe del ángulo que el cuello del fémur forma con el eje de toda la pierna (ángulo de anteversión femoral).

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